EFLUENTES LIQUIDOS
Para llevar un adecuado
control de los efluentes líquidos emitidos por las industrias, es necesario
realizar un seguimiento eficaz en los procesos de tratamiento (sistemas
físicos, químicos y biológicos), para ello es fundamental controlar la
eficiencia de cada uno de los procesos que intervienen en el tratamiento de
los líquidos residuales por medio de muestras puntuales a la entrada y
salida del proceso o mediante la composición de muestras compensadas ( en
donde se realizan muestreos durante un período y se mezclan alícuotas
proporcionales a los caudales operativos). Para evaluar los análisis
obtenidos del laboratorio es necesario realizar referencia a la normativa
actual vigente:
Ver Límites de Marco Regulatorio ACUMAR
Ver Límites de Marco Regulatorio usado por AySA
Ver Límites de Marco Regulatorio Ciudad de Buenos
Aires Dec 674/89
Ver Límites de Marco Regulatorio Provincia de
Buenos Aires OPDS/ADA
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AGUA
Ver Código Alimentario Argentino
Las aguas destinadas al consumo humano son todas las
aguas utilizadas para dicho fin, en su estado natural o previo tratamiento,
independientemente de cuál sea su procedencia. Los análisis que realiza
nuestro laboratorio contemplan los parámetros organolépticos,
físico-químicos, tóxicos y microbiológicos. Se fijan parámetros y valores a
cumplir en el punto en que se encuentre el agua a disposición del
consumidor. Estos valores se basan principalmente en las recomendaciones de
la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque en su mayoría, y por
motivos de salud pública, son más estrictos por aplicarse el principio de
precaución. El control regular de la calidad de las aguas se realiza
conforme a los modelos y a las frecuencias mínimas de los análisis tipo
establecidos en la Reglamentación Nacional (Res. 523/95), se basa
preferentemente en los métodos analíticos de referencia (Standard Methods,
EPA). Los programas de control de calidad de agua de consumo humano deberán
adaptarse a las necesidades de cada jurisdicción y cumplir los criterios de
calidad previstos en la norma. Las frecuencias mínimas establecidas para el
control de aguas es: semestralmente para análisis bacteriológico y
anualmente con respecto al control físico químico. Ante incumplimientos de
los criterios de calidad que señala esta disposición, será necesaria la
investigación de la causa subyacente y se garantizará que se apliquen, lo
antes posible, las medidas correctoras y preventivas para la protección de
la salud de la población abastecida. Con el fin de corregir rápidamente
cualquier problema, se ha creado un sistema de alertas hídricas. El agua de
consumo humano deberá ser salubre y limpia, es decir, no contendrá ningún
tipo de microorganismo, parásito o sustancia, en una cantidad o
concentración que pueda suponer un riesgo para la salud humana.
El ámbito de aplicación del Decreto (Dec 351/79 Res. 523/95) incluye el
agua para beber, cocinar; higiene personal y usos domésticos; la que se
distribuya por red de distribución, cisterna, depósito móvil, y el agua de
industria alimentaria, en contacto con el alimento. Para el análisis
microbiológico, se toman de acuerdo al Standard Methods for the Examination
of Water and Wastewater de la APHA. Debe realizarse, si es solicitado, el
Cloro Libre residual in situ mediante la técnica del DPD (N, N
dietil-p-fenildiamina). La capacidad de los envases para las muestras
destinadas a este ensayo debe ser no inferior a 500 mL en frascos
estérilizados con tapa rosca que contengan 0,1 mL de Tiosulfato de Sodio al
10%. Las muestras deberán transportarse al laboratorio refrigeradas a 4°C,
para realizar la detección y numeración de gérmenes siguiendo las
recomendaciones de los Métodos Standard (APHA), considerándose los
siguientes parámetros: Bacterias mesófilas por el método de recuento
en placa, Numeración de Coliformes Totales y Coliformes fecales
(Termotolerantes) por el método de tubos múltiples (NMP) o por filtración
por membrana (UFC) y detección y cuantificación de Pseudomonas aeruginosa
por el método de filtración por membrana (UFC).
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CALIDAD DE AIRE EN AMBIENTES
INTERIORES (CAI)
La calidad de aire interior (CAI) se refiere a la
calidad de aire interior dentro y fuera de la estructura de una planta.
Para conocer la calidad del aire interior se debe controlar la exposición
humana a los contaminantes (mediciones ambientales o personales),
determinar el momento más apropiado para realizar la medición
(concentraciones medias o máximas), cuantificar la concentración de
contaminantes insitu o captarlos en material apropiado y determinarlo en el
laboratorio.
La contaminación puede estar afectada por gases, solventes, partículas,
humos, nieblas, bacterias, etc.
La metodología habitual que utiliza el laboratorio para realizar estos
ensayos es extraida del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud
Ocupacional (NIOSH).
Ver metodología de ensayo
Ver Marco Regulatorio
Nacional Resolución 295/2003
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RESIDUOS PELIGROSOS
Ver Legislación
Son todos aquellos residuos, en cualquier estado
físico, que por sus características corrosivas, reactivas,
explosivas, tóxicas, inflamables o biológico-infecciosas,
representen un peligro para el equilibrio ecológico o el ambiente.
Elementos, sustancias, compuestos, residuos o mezclas de ellos que,
independientemente de su estado físico, representen un riesgo para el
ambiente, la salud o los recursos naturales, por sus características
corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o
biológico-infecciosas.
En el caso de los residuos químicos peligrosos, como lo
indica la siguiente figura, éstos se generan en la fase final del ciclo de
vida de los materiales peligrosos, cuando quienes los poseen los desechan
porque ya no tienen interés en seguirlos aprovechando. Es decir, se generan
al desechar productos de consumo que contienen materiales peligrosos, al
eliminar envases contaminados con ellos; al desperdiciar materiales
peligrosos que se usan como insumos de procesos productivos (industriales,
comerciales o de servicios) o al generar subproductos o desechos peligrosos
no deseados en esos procesos.
En el caso de los residuos peligrosos biológicos-infecciosos,
éstos incluyen: materiales de curación que contienen microbios o gérmenes y
que han entrado en contacto o que provienen del cuerpo de seres humanos o
animales infectados o enfermos (por ej. sangre y algunos fluidos
corporales, cadáveres y órganos extirpados en operaciones), asimismo,
incluyen cultivos de microbios usados con fines de investigación y objetos
punzocortantes (incluyendo agujas de jeringas, material de vidrio roto y
otros objetos contaminados).
Por lo anterior, los residuos peligrosos se generan prácticamente en todas
las actividades humanas, inclusive en el hogar. Aunque, en el caso de los
residuos químicos peligrosos, son los establecimientos industriales,
comerciales y de servicios que generan los mayores volúmenes.
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